1956 jesuscristo

Comienzo a extenderme camino de los cincuenta y tantos...
Y siento la libertad del tiempo que pasa, acercarse lentamente al
nido de mis silencios, acariciándome como una brisa suave, como
un suspiro. No quiero quedarme atrás, recorriendo recuerdos para
guardarlos, quiero seguir caminando, con paso firme, entre estos
maravillosos paisajes, este mar, con estas playas preciosas
y ahora vacías de gente pero a la vez llenas de sueños.
Con la libertad que el tiempo me regala, busco caminos por
andar, donde todo retoñe y reviva de nuevo, como el eco
que va y viene, seguir es regresar, volver al borde y verlo todo
con otra mirada más extendida, fluyendo con la inmensidad.
Con los ojos más viejos, acaricio los días que pasaron y celebro
los aun por llegar.