Oigo el ruido del tiempo
pasearse por las venas.
Siento, como corre el
instante en que la red
se rompe y deja de fluir
el torrente sanguíneo.
Veo un cuadro descolgado
a destiempo dejando
un agujero en la pared
interior.
Huelo el silencio que
inunda los rincones de
la mente.
Saboreo con mi lengua
palabras que siguen a la
noche y, tiende su mano
apacible en las trenzas
de la memoria.
Después, todo fue
un instante...todos
los sentidos quedan
sumidos en el olvido
en su propia oscuridad
natural, perdidos en el
brillo de la melancolía.
silencios, que un día
se llevará el viento...