Llueve

Esta noche, las palabras se pierden
en el hueco húmedo de la lluvia.
Están secas como un esqueleto, sin
las ropas carnales de la expresión.
Los pensamientos caen como gotas
negras formando charcos de angustia.
Los dientes de la noche muerden
letra a letra, tejiendo sus redes
de silencios...Llueve.

Quietud.

En la quietud de la penumbra
oigo palpitar el silencio, la
respiración propia, latidos,
crujidos y toses.
Con los ojos cerrados escucho
esos ruidos incesantes de
los sonidos del silencio.
Son como un secreto que nadie
nunca oyó...

Por aquí ándo..

He vuelto, mis alas han desaparecido,

el mago hizo un gesto y desaparecieron.

Así que no pude llegar volando como

me hubiera gustado. Hace tiempo que

no escribía nada, pasa como con las alas

desaparecieron en la nada... las palabras,

los instantes, todo pasa rápido y, queda

menos por llegar, no importa el destino,

sólo sé que queda menos por recorrer.

El tiempo se enreda al cuello

oprimiendo las esperanzas, siempre

recordando quién manda. Quedan

menos días para todo y algo

parecido al miedo se sienta a mi

lado haciendome compañía.

Soy todo lo que recuerdo y, de repente

todo desaparece con la sensación de

ser un sueño, de que mis recuerdos

a igual que mis palabras son prestamos,

sueños y palabras miles y miles de veces

repetidas, de otros como yo, soñadas,

prestadas...