
Detrás de la niebla
descansan los recuerdos,
y el olvido, se hace fuerte.
En esa memoria huida
en un mar de vientos,
agitada por olas
solitarias, golpeando
los muros callados,
gritos sin boca...
la memoria se va
diluyendo con el
aire caliente de
la niebla.
Sin comprender
todo el vacío
de la existencia,
como un río sin
agua, carne que se
corrompe en charcas
negras, que hunde
todo en el olvido detrás,
detrás de todo, al final,
final de nada...
Niebla solo niebla...







