Tristeza

Llegó envuelta en un sueño,
retirándole levemente las
manos de los ojos heridos
de vacío y soledad.
Su cuerpo crujió en silencio
como el llanto de un niño,
y la noche le dejó noche
en su alma.
inundándolo todo de nubes
y sustancias lejanas, de
polvaredas llevadas por
el viento, arrastrando
espumas y anhelos, rozando
a penas su piel y su cara
como caricias en un sueño
sin orillas... palabras y
mas palabras, para ocultar
lo único verdadero, que
respirará y dejará de respirar.
La tristeza llego sin avisar, en un sueño,
acompañada de miles de palabras,
rasgando con furia su noche.
En ese callejón donde se
encontraba no estaba el
número que le dieron...