miércoles, 20 de mayo de 2009

Ventana




El día termina, todo se hace
noche. Cansado y agotado
miro las hojas caer por mi ventana,
como copos de nieve, que caen
al suelo para comvertirse en
agua, solo agua.
Nada me duele, y ahora
sin embargo, recostado en mi
cama, olvido la vida que me
oprime. Ya eres vieja
alma mía, como fruta madura
que entró en la zona media
de la vida.
La tierra a la que vine,
no tiene primavera, solo
tiene largas noches, frías,
oscuras, de invierno.
Soy un peregrino sin fe
por el desierto, me entrego
al viento como un pájaro.
Volar, es la fascinación de mi
alma, en busca del
rastro de unos pasos,
la sonrrisa que alguien me
regaló, o que, yo regalé...
Los días se deshacen como
nubes ligeras, convertidas
en cenizas rojas, como esas
noches tibias de la muerta
primavera...
Noto mi cansancio, todo
perdió su sal, su vez...
Volver es tan difícil como la
dulce fuga indecisa que en
la mañana va hacia la noche.
Lágrimas y sollozos reprimidos,
alma mortal y sola.
Hasta mi llegó el cansancio
de los sueños...

4 comentarios:

rosa? dijo...

hace tiempo que te leo desde la sombra....me gusta tu manera de escribir...hoy me hice seguidora....espero que sigas deleitandome con tu prosa....

rosa? dijo...

gracias por seguir mi blog, acabo de empezarlo, y es un placer que alguien como tu me haya puesto en su lista de seguimientos, aún no estoy muy familiarizada con esto... si necesito ayuda, puedo pedirtela? .....

ángel dijo...

El placer es mio.
Ayuda? jejejeje...Rosa soy muy torpe en esto.
un saludo

Unknown dijo...

No te conozco, lo sé y siento comentar así, pero mirando por blogger me he encontrado con esto y la verdad es que es un poema precioso, muy profundo. Me gusta mucho, de verdad :)