domingo, 10 de mayo de 2009

Caminos.




En el blanco cuerpo silencioso,
las sombras viven como ideas.
Llenas, de más allá, y de nostalgias,
de silencios agrietados.
Cierro los ojos, húmedos y dolorosos,
vagando solo en la noche,
envuelto en sombras de oscuras
lunas, largas, eternas...
Duermo de nuevo, para
seguir caminos, que, nacen
y se borran, ruedan por su
mundo, en la nada de ser.
Una palabra que fluye
como una paloma en llamas,
formando, aire caliente,
para subir sin alas.
Marcando así, una huella
profunda, agónica, en la mas
terrible ansiedad, angustia y
mas cruel dolor.
La nada ahonda la pasión
de los sueños, cuando ya
nadie los busca, cuando
nadie los recuerda. Por
atajos peligrosos y peligrosas
veredas, para seguir de nuevo,
sin tregua, sin descanso,
y agotado y rendido y casi
muerto y abandonado en la sal
de mi ser, cayendo desde el fruto
que retoña, el alma, que, gime
y llora.

2 comentarios:

NEKA dijo...

Como siempre maravilloso, siempre cuando te leo me quedo sin palabras,
todo lo escribes en un libro ufff quedaría genial. Un beso.

ángel dijo...

Gracias Anita.
muy bonito lo del libro jejeje...
ya me queda poco para jubilarme, y plantaré un árbol jejeje...
saludos y un abrazo.