la hojarasca

No se matan los sueños
con la muerte.
No huir, ir hacia dentro,
y, saber, que palpitan esos
sueños que no mueren.
Sólo ser, esperando, buscando
la respuesta, a esa pregunta
que todos nos hacemos.
El viento sopla con fuerza,
y la hojarasca, vuela por los
aires buscando las nubes.
Esas hojas perdidas, como
sueños, que el árbol soltó
en otoño, con el deseo de volver
a sus raíces eternas.
Deja que en ti se cumplan
los fines de la vida.
Pero no dejes de soñar
la huella misteriosa de tú
forma, hasta que juntas
al mismo tiempo, os
volváis una.
No resbales de mi pecho,
agarraté fuerte, partiremos
mañana, aprovechando
el viento