viernes, 9 de abril de 2010

Luz.




Las horas caen adormecidas
en cada hoja, voces rotas,
perdidas en el mar de la
existencia, signos confusos
que, ni entiendo ni comprendo.
Aquí me encuentro, en esta
edad, ni joven ni viejo,
espero y observo, penetro
en mi mente en un
largo sueño turbulento.
El tiempo me da la vida
y me la quita, los años
se levantan a mis espaldas
en enjambres y, la tristeza
se me enreda en el
vacío de la sangre, en
la soledad de gestos no
cumplidos, olvidados
en los bordes de las calles.
Una luz forcejea muy
dentro, pasa y cruje
entre huesos rosados,
en lo mudo del cuerpo
como un rayo, una
claridad que abre
su camino que,
propone y dispone,
dejar el peso en la tierra,
lo otro, que no comprendo,
que quede libre por los
cielos...

5 comentarios:

© Capri dijo...

No es bueno intentar lo que no logramos comprender, eso nos hace buscar en una espiral sin cesar

Bueno creo que hablas de eso, disculpa sino es asi.

Estos dias mi cabeza está dispersa, precisamente de pensar "demasiado "


Un beso y buen fin de semana :*)

ángel dijo...

CAPRI, gracias por tus amable comentario, de todas maneras en esta vida hay demasiadas cosas incomprensibles.
Un beso y feliz fin de semana tambien para ti.

HUMO dijo...

Ángel, estimado poeta me calas hondo y bello en mi ser y sentir.
Gracias por compartir!

=) HUMO

Anónimo dijo...

Me hubiese gustado escribir este poema que me ha conmovido profundamente.
El peso del tiempo, a veces abate, y a veces es tan liviano que sentimos que se nos escapa entre los dedos.
Yo dejaré el peso en la tierra y desnuda el alma, me elevaré libre por los cielos. ¡Hasta la vista!

Un abrazo.

Juan Carlos dijo...

Desbordante los cielos y su luz son la inspiración de las más bellas letras que a veces son estrellas, otra veces sólo una luna plena.

un placer visitar tu blog. Saludos,

J.C.