

Día a día, consumo mi vida
esperando las migajas.
Día tras día, van mis pasos,
sin comprender el camino.
un caminar inútil, sin
esperanzas, pasando silencioso,
engañando al alma.
Como una rama sin flores,
un alma sin alma.
Paso a paso en la sombra,
busca cobijo el tedio,
hasta olvidarse del tiempo.
Este trote llovido, que,
atraviesa mis venas. Corro
y no llego, nadie alcanza
a nadie, todos corremos por
diferentes tiempos.
Tierras ausentes, apartadas
del tiempo, de la luz, de las
sombras, que, ocultan
ese momento que no
llega.
El tiempo borrara la
oscura huella de la sangre,
de mi propia herida.

