Llevo en las suelas de mis
zapatos todo el tiempo
pasado. Por senderos
empedrados mi alma
incierta camina, ciega
manera de esparcir semillas
por los caminos del destino.
Pasando con levedad,
pisando sin dejar huella.
Caminar para existir, ir
de día en día, en el tren
de mi cuerpo, agotando
la senda de la ausencia.
Cambiar siempre el rumbo,
viajes aún por hacer...
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5 comentarios:
La vida a veces agota pero saca fuerzas de flaqueza y camina con paso firme, deja tu huella por donde te lleve el camino y sonrie a la vida.
Muy hermoso, ¿por que la melancolía nos llega tanto?
Un besito muy dulce
Fracamente... precioso poema. Nuestros pasos van marcando la vida. Poco a poco, pasa el tiempo, pero las huellas de nuestros zapatos no se acaban.
Un abrazo
Viajar es una poesía siempre.
En tus versos es mejor todavía.
Cambiar el rumbo, sin caminos preestablecidos, sin huellas marcadas...haciendo, cada día, el camino al andar.
Ese es el viaje de la vida.
Un abrazo.
La vida es un viaje largo lleno de sorpresas y desilusiones.
Un abrazo Ángel.
¿Que tal sigue tu mamí?
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