la noche es la estación
de la búsqueda de los hallazgos,
es el momento de abrir las ventanas, libre
de barrotes de la mente y soñar el
murmullo de nuestras profundidades,
las sombras que pasan a través de las
sombras, y brillan un instante a una
fúnebre luz desconocida, al
temor que el alma siente, de ser vacía,
de ser nada y consistente, en esta prisión
de vísceras, músculos y huesos,
algo que queda atrapado, una voz extraña,
un pensamiento inerte, una verdad
confesa, una mentira desdoblada.
¡Tú!, grita mi interior.
El temor que el alma siente
ante sus propios recuerdos.
3 comentarios:
Realmente precioso.
Muchas gracias Anita,
me alegro que te guste.
un saludo.
Angel
Como no va a gustarme la delicadeza de plasmar ideas pensamientos o le que a uno le salga de forma tan exquisita.Al menos para mi, es como lo yo siento.Un saludo.
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